miércoles, 2 de abril de 2008

Juego

Puedo otra vez reunirme con el fantasma que me persigue en la noche, fantasma que no alcanza a ser pesadilla, no le temo pues lo reconozco. Es imposible no reconocer ese olor a tabaco, esa esencia que teje mentiras, esa falta de ingenuidad. Me alegra ser capaz de verlo otra vez, no quiero tocarlo y el tampoco quiere acercarse a mi, se queda ahí, contemplándome, deseándome, desnudándome con la mirada. Y entonces entiendo qué esta pasando, estoy en un juego de tentaciones, no puedo ceder, porque si lo hago vuelvo atrás, no valdrían de nada tantas experiencias, tantas alegrías y tristezas. Así que cierro los ojos, debo concentrarme, no puedo ceder; pero al abrirlos veo que el temor de la cercanía ha desaparecido, no hay espacio en nuestros cuerpos, de hecho ya no existe un nuestros cuerpos, solo existe uno, una perfecta unidad de dos seres dispuestos a caer en picada en un juego excitante y sin salida. Sin empezar siquiera ya me siento perdida, no entiendo quien es quien, no entiendo quien es la victima y quien el victimario, alguno de los dos aún cree en el amor, otro solo lo manipula. Culpo sus fetiches, el culpará los míos, nunca pudimos ponerlos de acuerdo, por eso no es posible un empate, no existirá acuerdo alguno, nunca existió el equilibrio tratándose de nosotros. Es momento de empezar, tengo que ir con cautela no me puedo arriesgar mucho, pero algo debo arriesgar, así que sin cerrar los ojos me acerco a sus labios y el sin dudar un segundo me besa, es un beso dado con amor pero lleno de odio, es un beso dulce queriendo ser ácido, es un beso ácido negando dulzura. Hablar en estos momentos sería muestra de debilidad pero no parece importarnos y simultáneamente decimos unas palabras inentendibles para los demás pero llenas de importancia para nosotros, él se ríe, yo callo, indiscutiblemente esa decisión me hace avanzar hacia la victoria. Esta vez soy yo quien lo miro, soy yo quien lo desea y con palabras dichas tan dulcemente como un canto de sirena se lo hago saber sin ningún tabú, nos besamos y de nuevo estos besos vienen cargados de odio pero con un nuevo ingrediente que busca venganza, entonces todo se vuelve difuso y empiezo a sentir que estoy bajo una lluvia incesante pero no me mojo ni tengo frio, solo es la sensación de lluvia, es un momento borroso, apasionante, caóticamente apasionante. Nos despojamos de nuestra ropa y sabemos que ya no hay marcha atrás, es sexo lujurioso, carnal pero tiene algo de erótico y de tierno. Ese sexo nos hace sentir culpables y actuamos de acuerdo a esa culpa pero en un momento nuestros sudores, nuestros gemidos, nuestros rasguños dejan de ser calculados y empezamos a entregarnos sin importar nada más. En el momento del gemido final, del orgasmo conjunto me grita que me ama, después de esas palabras solo se puede escuchar nuestra respiración aún un poco agitada y como si nada de lo anterior hubiera pasado nos vestimos sin decir ni una sola palabra, nos miramos sabiendo que el sentimiento de culpa había aumentado en uno de los dos, en el perdedor.

2 comentarios:

Unknown dijo...

curiosa es a vida y más la telepatía.
Escribimos sobre fantasmas que nos rodean, un poco distintos los fantasmas, pero fantasmas al final.
Qué decir?
Qué puedo decir?
Bueno, sin negarlo, me gusta, me gusta como lograste expresar tantos momentos de deseo y pasión.
Me gustan las palabras, las comas en lugares tan específicos, tan bien marcadas.
Me gusta... me gusta al igual que tu alma.
Pero no juguemos, porq al parecer, siempre terminamos perdiendo nuestro juego favorito, no?
Entonces pilas chiquita, que tienes mucho para dar y algunos no aprecian lo que damos al mundo.
Te quiero.

Donnie Darko dijo...

pues si estoy por aca hahahahaha....increible no???.... entonces podemos hablar.......